La manera como se está aprovechando de estos microbios para solucionar el problema generado por la contaminación antropogénica es buscando producir energía limpia a partir de ellos; pero a diferencia de las algas superiores (eucariotas) que ya vienen siendo probadas con mayor anterioridad para este fin, aparentemente poseen un rendimiento 5 % veces más que ellas y 10% veces mayor que las plantas agrícolas (soya, palma aceitera, girasol, maíz, etc), en su aprovechamiento de la energía solar para la generación de biomasa. Así mismo, al tener un genoma más elemental (procariota), para los científicos resulta mucho más sencillo hacer diversos ensayos, alterándolo para generar cepas de algas verdiazules genéticamente modificadas de alto potencial para la producción masiva con grandes rendimientos lipídicos. Es tan elemental su estructura y fisiología que se han relacionado mucho con los cloroplastos que poseen todos los vegetales (según la teoría endosimbiótica de Lynn Margulis que postula que el cloroplasto de las plantas superiores es el resultado de la simbiosis de una célula eucariota con una cianobacteria que se incorporó dentro de ella), hasta el punto de afirmar que son los ancestros de estos organelos celulares. Se pronostica además que para este 2010 Cyanobacteria será la plataforma más importante para el desarrollo de biocombustibles 3G.
Varios start ups vienen realizando programas de investigación con cianobacterias, como Targeted Growth, que dice haber incrementado hasta 400 veces su contenido lipídico al añadirle nuevos genes a sus cepas para mejorar el funcionamiento del microorganismo; así también, Joule Biotechnologies (con un proceso que ha denominado "Heliocultura"), Synthetic Genomics, Inventure Chemical, Algenol, las tienen en su mira. La especie preferida para los estudios científicos realizados ha sido Synechocystis de la cual se conoce en gran medida la codificación de sus genes para proteínas funcionales.
Por otro lado, un equipo de investigadores de la Universidad de Arizona (ASU), buscando ahorrar el uso de solventes para extraer el aceite del microorganismo desarrolló un mecanismo para que éste lo secrete por sí solo, ahorrando de esta manera su pérdida y así poder seguir “cosechándolo” sucesivamente. Esto lo consiguió insertándole genes de un bacteriófago y controlando su expresión introduciendo níquel en el medio. De esta manera, la cianobacteria lentamente rompe su densa envoltura membranosa, debido a las enzimas activadas por dicho mecanismo de modificación genética, liberando su materia prima. El desarrollo de esta investigación no hubiera sido posible sin la inversión hecha por BP (mencionada en el post anterior). La siguiente etapa de 2 años para continuar con este proyecto multidisciplinario será financiada por el departamento de energía de los EEUU (DOE).
Se ve pues que la aplicación de microorganismos GM para estos procesos industriales se va haciendo clave para alcanzar la eficiencia y la rentabilidad necesarias para así poder reemplazar a los combustibles fósiles en el mercado.
Se ve pues que la aplicación de microorganismos GM para estos procesos industriales se va haciendo clave para alcanzar la eficiencia y la rentabilidad necesarias para así poder reemplazar a los combustibles fósiles en el mercado.