sábado, 20 de marzo de 2010

Bio-sualiza la captura del carbono


El pasado 5 de marzo, UOP una compañía filial de Honeywell, gigante norteamericana proveedora de tecnología, firmó un acuerdo con el departamento de energía de los EEUU para probar un facilitie de producción de microalgas que demuestre una tecnología eficiente de "captura de CO2 del ambiente".

En lo que concierne a este tema, se puede decir que el CCS (Carbon Capture & Sequestration, de sus siglas en inglés) es una tecnología nueva que busca disminuir el calentamiento global capturando las emisiones nocivas de CO2 emitidas por diversas fuentes contaminantes como plantas industriales para de esta manera "secuestrarlas" del medio ambiente y almacenarlas fuera de la atmósfera, como por ejemplo, escondiéndolas en el subsuelo de la tierra.

Se sugiere también un CCS más amigable con el medio ambiente, que es sería entendido como un "bio-secuestramiento", implicando el uso de sistemas biológicos para la captura de CO2, y que vendría ligado con proyectos de geo-ingeniería (que no tienen nada que ver con las técnicas de extracción de petróleo) buscando dar una solución global al problema del cambio climático.

En ese sentido estaríamos hablando ya no de una simple "captura y almacenamiento", como inicialmente planteaba el CSS, sino se trataría finalmente de un verdadero reciclaje del CO2.

Me parece apropiado compartir un documental científico británico estrenado el año 2007 por la cadena BBC de Londres que se llamó "Cinco formas de salvar el planeta"
(Five ways to save the world) y que explicaba 5 propuestas a escala global para enfrentar con tecnologías de vanguardia las amenazas del cambio climático, de manera especial eliminando el CO2. La cuarta de estas propuestas planteaba una macro-fertilización de los oceános con úrea para promover la formación de gigantescos blooms algales que podrían capturar violentamente el CO2 acumulado en la atmósfera para transformarlo en biomasa vía fotosíntesis. Si bien, la propuesta es interesante, plantea muchas dificultades en cuanto al manejo, por el hecho de tener que realizarse en zonas del oceáno con poca presencia de fitoplankton para no alterar el ecosistema, pero así mismo, en términos de optimización parece que el uso de pequeñas áreas en el mar serían más eficientes que bosques enteros en cuanto a la captura de CO2. Sería cosa que el Profesor Ian Jones de la Universidad de Sidney, analice mejor esta propuesta que menciona en el documental, propuesta anteriormente por el finado biólogo John Martin con sus estudios de fertilización férrica, entre otros más.

El mensaje de esta estrategia para "salvar el planeta" formando este gigantesco bloom artificial nos remite en cierta manera a lo que se proyecta hacer para la captura de CO2 a escala industrial al producir biocombustible, proteínas y bio-plásticos (biorefinería en general) a partir del cultivo de microalgas.


Esto deja claro que la propuesta del bio-CCS aplicada en estas compañías sería mucho más eficiente y responsable ambientalmente que simplemente esconderlo en el subsuelo, pasando a ser de un "secuestramiento" a un verdadero "reciclaj
e" de las emisiones de dióxido de carbono, solucionándose así un problema y aprovechando incluso de éste para generar productos útiles para el ser humano.

Las propuestas que vienen analizándose y desarrollándose en start-ups como Inventure Chemical, Seambiotic o Algenol, ésta última,compañía que
pretende ser la mayor recicladora de CO2 del mundo convirtiendo una tonelada de éste en 60-70 galones de etanol, prometen darle un importante valor agregado al proceso de producción de algae fuels al hacer negativo el balance de carbono, es decir, disminuyendo la presencia de este gas de efecto invernadero en el ambiente y aminorando sus nocivos efectos. El CO2, según Algenol, puede ser capturado del ambiente o de plantas industriales y cementeras con un 90% de eficacia y transformado en un 50%, por medio de su tecnología. Y todo indica que lo demostraran en la práctica, pues a mediados del año pasado, firmaron un acuerdo con DOW Biochemicals para levantar una planta piloto de 50 millones de USD para la captura de CO2 para producir etanol con microalgas en una zona desértica en Texas.

Este tema nos lleva a bio-sualizar y concluir en términos de emisiones de CO2 que los biocombustibles de microalgas son respuesta para poder realizar un reciclaje eficiente de CO2 para salvar nuestro planeta del calentamiento global, proyecto vital que requiere de energía limpia y verdaderamente útil, de tecnologías que realmente nos salven de esta aparentemente silenciosa pero letal amenaza climática.